Las pinturas románicas de Polinyà fueron inauguradas por el obispo Oleguer el 14 de noviembre de 1122
Una de las salas más bonitas del Museo Diocesano de y la Casa de la Almoina, es el lugar donde a mediados del siglo XV los canónigos de la Catedral acogían y daban de comer cada día a 288 pobres. Actualmente aquí se puede visitar la exposición “Bàrcino, Barchinona, Barcelona. Una ciutat, un bisbe, un territori”, un recorrido a través de piezas del Museo por la historia de la antigua diócesis de Barcelona, desde sus orígenes en época romana hasta el siglo XIV..
Presidiendo este espacio, en un extremo de la sala se levantan las pinturas murales de la iglesia parroquial de Sant Salvador de Polinyà, que este 14 de noviembre celebra los 900 años de su consagración por el obispo San Oleguer, y queremos que se todo el mundo se anime y venga a celebrarlo con nosotros.
Por qué eran tan importantes las parroquias y sus iglesias?
La parroquia es una institución fundamental en la historia de la Iglesia y la cultura de los pueblos sobre todo a partir del siglo XI, que a lo largo del tiempo ha ido configurando el territorio y sus gentes tal y como los conocemos hoy. La iglesia era un espacio compartido por sus habitantes y utilizado para actividades muy diversas: iban a misa, bautizaban a sus hijos, enterraban a sus familiares, era lugar de encuentro…, y también refugio en caso de ataque, ya qué era un espacio sagrado.
El pueblo de Polinyà se formó en torno a la antigua iglesia de Sant Salvador, que fue consagrada por el obispo Oleguer ahora hace 900 años (el 14 de noviembre de 1.122), aunque ya la encontramos documentada desde mediados del siglo XI. Desgraciadamente, el documento original de su consagración no se ha conservado, pero sí tenemos una copia de él.


¿Qué nos explican las pinturas románicas de Polinyà?
Durante la visita a la exposición, después de descubrir en qué momento y contexto de la historia de la diócesis de Barcelona aparece el estilo románico, podréis identificar sus principales características, alcanzando una gran calidad y popularidad sobre todo a finales del siglo XI y primera mitad del XII. La principal función de este arte era transmitir –como una predicación muda– las creencias y normas de conducta cristianas a unas personas que en su mayoría no sabían leer ni escribir; así se van repitiendo unos elementos y formas de hacer que acaban definiendo los principales rasgos del románico: símbolos, geometrización de las formas y antinaturalismo en las figuras, siendo lo más importante su función didáctica por encima de la estética y el realismo.
En cuanto a la iconografía y los personajes, aunque carecen de algunas partes, lo que queda permite deducir que narra la vida de Jesús, desde el nacimiento hasta su pasión y muerte. En el ábside hoy vemos la representación de la Virgen María (Maiestas Mariae) presidiendo la parte superior, y en la parte inferior se pueden identificar cinco escenas bíblicas con sus protagonistas: la Anunciación (Virgen y Arcángel Gabriel), la Visitación (María y Isabel abrazándose acompañadas de José y Zacarías), la Natividad (en la parte superior la Virgen María y el Niño Jesús reclinados y José al fondo, el toro y la mula), el lavatorio del Niño Jesús (en el espacio inferior el Niño Jesús dentro de un recipiente de madera, siendo bañado por dos personajes), y el Anuncio a los pastores (sólo queda la figura del Ángel en la parte superior, y una cabra y dos ovejas pastando en medio de la vegetación ). En la pared lateral se pueden ver algunas escenas del Apocalipsis de san Juan (la venida del fin del mundo y el juicio final) y Jesús ante Poncio Pilato.
Los más pequeños podrán jugar a descubrir las escenas y los personajes de la Biblia que aparecen en las pinturas, fijándose en sus símbolos y atributos, mientras los mayores se adentran también en la sociedad medieval y el universo simbólico del románico ¡Ya podéis descargar aquí el material y preparar vuestra visita! POLINYÀ 900