La pintura de paisaje presenta una temática inmediata, cotidiana y real que significa una democratización del arte. Independientemente del género dominante de la pintura histórica y moralizante de gran formato que revestía palacios y museos, en el siglo XIX aparecen los cuadros de pequeño formato pintados a plein air destinados a decorar las casas de la gente corriente.

Es en este género donde los pintores de la Europa de los siglos XIX y XX se sienten más libres y plasman las innovaciones. Las nuevas tendencias llegan a Cataluña en el auge del paisajismo, enaltecido por la Renaixença y su incitación a conocer la identidad catalana y captarla plásticamente.

Os ofrecemos un paseo por la historia del paisajismo catalán desde el Romanticismo a la Escuela Luminista de Sitges, pasando por el Realismo y la Escuela de Olot, a través de una selección de piezas de la colección de pintura de los siglos XIX y XX del Museo Diocesano de Barcelona, formada mayoritariamente por el legado del Dr. Francisco de A. Ros y Vendrell.